Tras meses y meses de pensar en los demás, a cada día, a cada minuto, uno se mira al espejo y piensa: "¿Quien soy yo?".
El cuerpo ha cambiado, las costillas se han marcado, la clavícula sobresale del cuello, los brazos y piernas han adelgazado, el trasero empieza a perder su existencia, la redondez de la cara ha desaparecido... ¡Lo que hace perder 7 kilos!
Y psicologicamente también, porque estoy obsesionado en tener algo que no existe, en tener algo que no ha aparecido, en tener una algo que no se si estoy preparado para tener...
Pero lo que tiene mirarse al espejo es eso, que puedes analizarte y ver qué y como cambiarlo y... ¡Quien sabe! Quizá dentro de unos meses haya recobrado mis kilitos, mis curvas y, sobre todo, mis sentimientos y mi amor por mi mismo.
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